Resumen fiestas patrias

Recién pasaron las fiestas patrias y con mi familia nos fuimos al campo. Se unieron a nosotros amigos de mis papás con sus hijos. No salí a festejar en la noche porque nunca me pude coordinar con mis amigas, porque todas viajábamos o teníamos panoramas incompatibles, así que mi fin de semana largo se basó en comer en exceso y descansar al aire libre porque afortunadamente los días estuvieron muy lindos. Saqué algunas fotos y quise aprovechar de compartirlas enseguida. El campo de mi papá queda en la Carretera Austral, en una localidad que se llama Quillaipe. 

El primer día fuimos a pasear al bosque después de almorzar. El día estaba perfecto porque había sol pero no hacía demasiado calor. Todos me abuchearon por ser la peor guía del mundo mundial (mi orientación espacial es nula) pero igual lo logré y nadie se perdió, volvimos a casa sanos y salvos.

Las luces de la casita del campo.

Al día siguiente, fuimos a la cabaña de la playa de los amigos de mis papás que está muy cerca de nuestro campo. Tienen una pequeña casa de madera que está construida sobre grandes rocas en la playa y tiene una terraza perfecta para sentarse a conversar y a tomar sol toda la tarde (aunque yo no tomo Sol porque mi piel es demasiado sensible y me quemo en 5 minutos). Ese día volvimos a comer por montones, pero también caminamos por la playa y los niños incluso se bañaron en el mar (¡todavía es invierno!). 

Al atardecer nos pusimos pirómanos e hicimos una fogata en la playa. (Obviamente después la apagamos)

Hoy, por último, volvimos a nuestro campo a seguir comiendo (jeje) como me gusta cocinar, se me pasa el tiempo volando conversando en la cocina. También nos pusimos al sol a conversar mientras los niños jugaban,y de repente nos llegaba uno que otro pelotazo. Anteayer, nació un ternerito, pero lamentablemente la vaca no sobrevivió por lo que el animalito llegó solo al mundo. Con mi papá nos encargamos de darle leche y hacerle cariño. Le costó más de lo normal pararse porque normalmente la vaca estaría ahí estimulándolo, pero este pasó mucho tiempo solito y al parecer con el forcejeo del parto se le dañó una patita que poco a poco se irá arreglando. Hoy me quedé mucho rato con él y fui a darle leche con mamadera en la mañana y al medio día. Es lo más bonito que he visto en mucho tiempo y me dio mucha pena volver a la ciudad y dejarlo en el galpón.

No le saqué fotos a la comida porque en esos momentos estaba preocupada de alimentarme y ni se me ocurrió sacar la cámara. Ahora, iré directo a la pesa para torturarme y generar remordimientos que me ayuden a no ser obesa en el verano. Tuve un fin de semana bien tranquilo y descansado, pero obvio que no faltó el buen terremoto con harto helado de piña. ¿Ustedes cómo lo pasaron? Ojalá todos (sean o no de Chile) hayan podido descansar este fin de semana. 

María Luisa.