Ahora, ya calmada y con la cabeza fría, no me arrepiento de la elección, pero me doy cuenta de que en algo estaba equivocada: no necesitaba tanto tiempo para sanarme, porque, aunque suene innecesariamente esotérico, el espíritu se sana con decisiones, y yo decidí bien. Dicen que el tiempo todo lo cura, pero mejor cura es tomar control de nosotros mismos y dejar de autoinflingirnos dolor. Yo siempre pensé que tenía que sacrificarme por otros, que mi vida estaba inevitablemente condicionada a las circunstancias en que nací y crecí. Hoy entiendo que eso no es verdad y que los clichés se han ganado aquella etiqueta por buenas razones. Somos nuestras decisiones.
La pena vuela
Ahora, ya calmada y con la cabeza fría, no me arrepiento de la elección, pero me doy cuenta de que en algo estaba equivocada: no necesitaba tanto tiempo para sanarme, porque, aunque suene innecesariamente esotérico, el espíritu se sana con decisiones, y yo decidí bien. Dicen que el tiempo todo lo cura, pero mejor cura es tomar control de nosotros mismos y dejar de autoinflingirnos dolor. Yo siempre pensé que tenía que sacrificarme por otros, que mi vida estaba inevitablemente condicionada a las circunstancias en que nací y crecí. Hoy entiendo que eso no es verdad y que los clichés se han ganado aquella etiqueta por buenas razones. Somos nuestras decisiones.
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María Luisa Aburto. Con la tecnología de Blogger.
No sabes cuanto sentido me hizo la frase "...el espíritu se sana con decisiones..." creo que eso es muy cierto y ahora entiendo un montón de cosas... y he simplificado otras tantas.
ResponderEliminarNo sabes cuanto sentido me hizo la frase "...el espíritu se sana con decisiones..." creo que eso es muy cierto y ahora entiendo un montón de cosas... y he simplificado otras tantas.
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