Obsesión: ojos

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Siempre me han gustado las imágenes de ojos, de hecho siempre ando dibujando ojos por todas partes. No estoy segura de por qué lo hago, pero siempre que tengo un lápiz, un papel y tiempo libre comienzo a dibujar ojos, inlcuso sin darme cuenta. 

 Quizás es algo de mi infancia. Cuando yo era pequeña creía que lo que determinaba que una niña fuera fea o bonita eran sus ojos, y más que sus ojos, sus pestañas. Mis ojos son grandes, castaños, y mis pestañas son escasas y completamente rectas, ergo, pasé gran parte de mi infancia sintiéndome fea, por no tener largas pestañas rizadas. 

No sé cómo se me metió esa idea en la cabeza, pero me costó años sacármela del disco duro. No me gustaban mis ojos, me hacían sentir fea. Nada contaba si no había pestañas. Una vez un niño me dijo que tenía ojos de caracol, y fue una puñalada para mi ya frágil estima personal. No lloré porque era valiente, pero si hasta el día de hoy no me olvido, me imaginó que fue porque de verdad me marcó.  A los siete años le dije a mi mamá que quería un encrespador de pestañas de regalo del día del niño/a, y me lo regaló. Antes de ir al colegio me encrespaba las pestañas. A LOS SIETE AÑOS.

Sources: 1, 2, 3

Quizás a esa edad comencé a dibujar ojos, y los ojos que dibujaba siempre tenían inmensas y pobladas pestañas, como de modelo de Maybelline. Eran los ojos que soñaba con tener, porque de ser así, sería una niña bonita. Y comencé y nunca dejé de hacerlo. Ojos por todas partes, hasta el día de hoy. Aunque no todo siguió igual. Si bien mientras crecía seguí rizando mis pestañas, y luego usando máscara de pestañas, comencé a aceptar lo que tenía, y me di cuenta de que las pestañas no eran en realidad tan importantes, de que podía salir a la calle sin hacerle nada a mi cara y sentirme segura y linda de todas formas. No creo que haya sido un proceso del cual yo era consciente, pero ahora que lo pienso fue de todas maneras progresivo.

 Los ojos que dibujo ahora, no necesitan pestañas para ser bonitos. Puedo dibujar pestañas rectas y estar conforme con la imagen, y el comenzar a quitarle las pestañas a mis dibujos tampoco fue consciente. Simplemente un día sentí que no era necesario, que así estaba bien. Porque puede que tenga pocas pestañas (y casi nada de cejas), pero mis ojos son grandes y brillantes, además de excesivamente expresivos. No necesito hablar para que la gente sepa lo que estoy pensando porque lo dicen mis ojos. Así que chao necesidad imperativa de pestañas, chao niña ojos de caracol. Los caracoles son opacos; los ojos no.

María Luisa